Bulimia nerviosa: Qué es, señales y cómo tratarla
Si has escuchado el término bulimia nerviosa y no sabes bien de qué va, aquí tienes la info clara y directa. La bulimia es un trastorno alimentario donde la persona se come en exceso y luego intenta anular lo ingerido mediante vómitos, laxantes u otros métodos. No es solo un tema de “comer mucho”; es una lucha interna con la imagen corporal y la culpa.
Señales que no puedes pasar por alto
Los síntomas aparecen de formas distintas, pero hay pistas que suelen repetirse. Come mucho en un corto periodo y luego sientes urgencia de purgar. Notarás agujeros en los dientes, inflamación de las encías y esmalte desgastado por el ácido del vómito. El peso puede mantenerse estable o variar levemente, lo que engaña a muchos. Otros signos son el uso frecuente de laxantes, sensación de hinchazón constante y evitar comidas en grupo.
El aspecto emocional también da pistas: sentimientos de vergüenza, culpa después de comer, aislamiento social y una obsesión por el número en la balanza. Si notas que alguien habla de “excederse” y luego desaparece a la cocina, es una señal de alerta.
Opciones de tratamiento que funcionan
Lo primero es buscar ayuda profesional. Un psicólogo especializado en trastornos alimentarios puede trabajar con terapia cognitivo‑conductual (TCC) para cambiar los pensamientos distorsionados sobre el cuerpo y la comida. La TCC suele ser la más recomendada y ha demostrado reducir los episodios de atracones y purgas.
En algunos casos se añaden fármacos, como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que ayudan a controlar la ansiedad y la depresión asociadas. No son una solución única, pero combinados con terapia pueden mejorar el pronóstico.
El apoyo familiar también es clave. Aprender a comunicarse sin juzgar, crear entornos sin presión de dietas y fomentar hábitos alimentarios regulares ayuda a romper el ciclo de atracón‑purga. Grupos de apoyo, tanto presenciales como en línea, ofrecen un espacio donde compartir experiencias y sentirse comprendido.
Si te preocupa la salud física, visita al médico para revisar electrolitos, función cardíaca y estado dental. A veces se requieren suplementos o tratamientos específicos para corregir deficiencias causadas por el vómito frecuente.
Recuerda que la recuperación es un proceso. No esperes resultados inmediatos, pero con constancia y un equipo de apoyo adecuado, es posible volver a una relación sana con la comida. Si tú o alguien que conoces muestra estos signos, actúa ahora: consulta a un profesional y no dejes que la culpa impida buscar ayuda.