Efectos extrapiramidales: qué son y cómo manejarlos
Si alguna vez te han recetado un antipsicótico como Haldol y te ha surgido temblor, rigidez o movimientos involuntarios, lo más probable es que estés experimentando efectos extrapiramidales. No es algo raro; es una reacción que ocurre cuando ciertos fármacos alteran la dopamina en el cerebro. Lo bueno es que, con la información adecuada, puedes reconocerlos a tiempo y actuar.
Principales síntomas extrapiramidales
Los síntomas se dividen en cuatro grupos que aparecen de forma gradual o súbita:
- Distonía aguda: contracciones musculares bruscas que pueden doblar la cabeza, la lengua o provocar espasmos en la cara.
- Parkinsonismo inducido: rigidez, temblor en reposo y lentitud al moverse, parecido a la enfermedad de Parkinson.
- Acatisia: una sensación de inquietud que obliga a estar siempre en movimiento; no puedes quedarte quieto.
- Discinesia tardía: movimientos involuntarios de la lengua, labios o extremidades que aparecen después de meses o años de tratamiento.
Estos efectos pueden aparecer con cualquier antipsicótico típico, como el haloperidol (Haldol), pero también con algunos antidepresivos o antieméticos que bloquean la dopamina.
Cómo prevenir y tratar los efectos
La mejor estrategia es la prevención. Cuando empieces un tratamiento nuevo, pide a tu médico que te explique la dosis mínima eficaz y que te haga revisiones frecuentes. Si notas cualquier signo, no esperes a que empeore.
Algunos trucos que suelen ayudar:
- Reducir la dosis o cambiar a un antipsicótico atípico con menos riesgo de EPS.
- Incluir un medicamento anticolinérgico (como benzatropina) para contrarrestar la rigidez y los temblores.
- Practicar ejercicios suaves de estiramiento y caminar un poco cada día para disminuir la acatisia.
- Si la discinesia tardía se instala, el médico puede retirar el fármaco o pasar a una alternativa menos invasiva.
Recuerda que nunca debes dejar de tomar el medicamento sin consultar; la retirada brusca puede empeorar los síntomas.
En caso de duda, escribe una lista de los efectos que notas y compártela con tu profesional de salud. Cuanto más preciso seas, más rápido podrán ajustar el tratamiento.
Los efectos extrapiramidales pueden ser molestos, pero con vigilancia y una buena comunicación con tu equipo médico son manejables. Mantente atento, pregunta siempre que algo te parezca raro y sigue las recomendaciones para que tu tratamiento te ayude sin causarte problemas innecesarios.