Requip: guía práctica para pacientes con Parkinson
Si te han recetado Requip y quieres entender mejor este medicamento, has llegado al sitio correcto. En este artículo te explico de forma sencilla qué es, cómo funciona y qué debes tener en cuenta para sacarle el máximo provecho.
¿Qué es Requip y cómo actúa?
Requip es el nombre comercial de la rasagilina, un inhibidor de la MAO‑B. Esta enzima destruye la dopamina en el cerebro; al bloquearla, la rasagilina aumenta la cantidad disponible de dopamina, aliviando los síntomas motores del Parkinson como temblores y rigidez. Funciona de forma gradual, por lo que los efectos pueden tardar unas semanas en notarse.
Dosificación y forma de tomarlo
Normalmente se prescribe una tableta de 1 mg al día, aunque el médico puede ajustar la dosis según la respuesta individual. Es importante tomarlo siempre a la misma hora, preferiblemente con o sin alimentos, pero sin cambiar de momento durante el tratamiento. No lo dejes de tomar sin consultar al especialista, aunque te sientas mejor.
La rasagilina no curará el Parkinson, pero sí puede retrasar la progresión de los síntomas y mejorar la calidad de vida. Muchos pacientes la combinan con levodopa u otros fármacos, así que sigue al pie de la letra las indicaciones de tu neurólogo.
Efectos secundarios más comunes
Como cualquier droga, Requip tiene efectos secundarios. Los más frecuentes son dolor de cabeza, náuseas y sensación de mareo. En casos raros pueden aparecer alucinaciones, presión arterial alta o problemas digestivos. Si notas algo fuera de lo normal, avisa a tu médico antes de cambiar la dosis.
Un punto crucial: la rasagilina interactúa con alimentos ricos en tiramina (quesos curados, embutidos, vino). Estas combinaciones pueden elevar la presión arterial de forma peligrosa. Por eso, muchos profesionales recomiendan una dieta equilibrada y evitar excesos de tiramina mientras tomas Requip.
Consejos para usar Requip de forma segura
1. Lleva siempre una lista actualizada de tus medicamentos, incluidos suplementos y remedios herbales; así tu médico podrá detectar posibles interacciones.
2. No combines Requip con antidepresivos que inhiben la MAO‑A (como la fenelzina) sin supervisión médica, porque el riesgo de crisis hipertensivas aumenta.
3. Controla tu presión arterial regularmente, sobre todo si cambias tu dieta o comienzas a practicar ejercicio intenso.
Si viajas, lleva contigo la receta y un pequeño suministro de Requip en el equipaje de mano. En la mayoría de los países necesitarás una receta válida, así que evita comprarlo en sitios no seguros para no comprometer tu salud.
En resumen, Requip es una herramienta valiosa para manejar el Parkinson, pero su eficacia depende de un uso correcto y de la vigilancia de posibles efectos adversos. Mantén una comunicación abierta con tu equipo médico, sigue las dosis indicadas y presta atención a tu cuerpo. Con estos cuidados podrás vivir más tranquilo y con menos síntomas.