¿Te sientes como si tus músculos estuvieran incómodamente tensos? La rigidez muscular es una queja muy frecuente y, aunque a veces pasa desapercibida, puede interferir en tu día a día. En esta guía te explicamos de forma clara qué la produce, cuándo deberías consultar al médico y qué opciones tienes para moverlos de nuevo con facilidad.
La rigidez no siempre está relacionada con una enfermedad grave. Entre los motivos más habituales están:
Identificar la causa es el primer paso para elegir el tratamiento adecuado.
Existen varias estrategias que puedes probar desde casa antes de acudir al médico:
Si la rigidez persiste, es hora de consultar a un profesional. El médico puede evaluar si necesitas fisioterapia, ajustes de medicación o tratamientos específicos como baclofeno para casos relacionados con trastornos neurológicos.
En el apartado de rigidez de nuestro sitio encontrarás artículos que abordan la rigidez desde varios ángulos. Por ejemplo, la guía sobre Haldol explica por qué este antipsicótico puede generar rigidez y qué hacer al respecto. También puedes leer sobre alergias y antihistamínicos en el artículo de Allegra, donde se menciona la posible sensación de rigidez como efecto secundario.
Recuerda que cada cuerpo responde de forma distinta. Lo que funciona para una persona puede no ser lo mejor para otra, así que prueba las opciones y ajusta según lo que sientas.
¿Te ha ayudado este contenido? Déjanos tus comentarios y cuéntanos qué técnicas te han funcionado para reducir la rigidez. Seguiremos compartiendo trucos y datos actualizados para que vivas sin restricciones musculares.
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