Ajustes de Dosis de Medicamentos: Edad, Peso y Función Renal

Ajustes de Dosis de Medicamentos: Edad, Peso y Función Renal
Gaspar Medrano 17 dic 2025 1 Comentarios

¿Alguna vez te has preguntado por qué a algunas personas les recetan menos medicamento que a otras, aunque tengan la misma enfermedad? No es capricho. Es ciencia. La dosis correcta de un fármaco no es la misma para todos. Depende de tu edad, tu peso y, sobre todo, de cómo funcionan tus riñones. Un error en esta ecuación puede ser peligroso: demasiado medicamento puede dañar órganos, y demasiado poco puede no hacer nada. Y esto no es algo raro. En España, más de 1 de cada 5 adultos mayores de 65 años tiene algún grado de insuficiencia renal, y muchos toman medicamentos que necesitan ajustes.

Por qué la edad importa en la dosis

Cuando envejecemos, nuestro cuerpo cambia. Los riñones no filtran tan bien como antes. El hígado procesa los medicamentos más lentamente. El porcentaje de grasa corporal aumenta, y el agua disminuye. Todo esto altera cómo se mueve un fármaco por tu cuerpo. Por ejemplo, el metformina, un medicamento común para la diabetes, se elimina principalmente por los riñones. En personas mayores de 70 años, incluso si su creatinina parece normal, su función renal puede estar reducida. Si se sigue la dosis estándar, el medicamento se acumula y puede causar acidosis láctica, una condición grave. Por eso, las guías actuales recomiendan revisar la función renal antes de iniciar metformina en adultos mayores, y ajustar la dosis si la tasa de filtración glomerular estimada (eGFR) está por debajo de 45 mL/min/1.73m².

Los medicamentos como la digoxina, usada para el ritmo cardíaco, también se acumulan con la edad. En ancianos, se usa la mitad o incluso un tercio de la dosis que se da a un adulto joven. No porque el anciano sea "más débil", sino porque su cuerpo no puede eliminarlo como antes. Muchos médicos aún se basan en la edad cronológica, pero lo que realmente importa es la función fisiológica. Un hombre de 80 años activo puede tener riñones mejor que una mujer de 55 con diabetes y hipertensión.

El peso no es solo un número

El peso influye en cómo se distribuye el medicamento en tu cuerpo. Pero no es tan simple como "más pesado = más medicamento". Si eres obeso, tus riñones pueden estar trabajando más, pero tu tejido graso no ayuda a eliminar fármacos. Aquí es donde entra la peso ideal ajustado. Por ejemplo, para medicamentos como la vancomicina (un antibiótico potente), los farmacéuticos no usan tu peso real. Calculan tu peso ideal: 50 kg + 2.3 kg por cada pulgada por encima de 5 pies para hombres, o 45.5 kg + 2.3 kg para mujeres. Luego, si tu peso real es más de un 30% mayor que ese, usan: peso ideal + 0.4 × (peso real - peso ideal).

Esto es crucial. Si usas tu peso real en un paciente obeso, puedes sobredosificar. Un estudio de 2019 mostró que las ecuaciones de filtración glomerular (como CKD-EPI) sobreestiman la función renal en personas con obesidad, por lo que si solo confías en esos números, podrías dar una dosis demasiado alta. En cambio, la ecuación de Cockcroft-Gault, aunque más antigua, sigue siendo más precisa para dosificar medicamentos en personas con sobrepeso. Por eso, muchos hospitales usan ambas: CKD-EPI para diagnosticar enfermedad renal, y Cockcroft-Gault con peso ajustado para calcular la dosis.

Balanza comparando peso real y peso ideal ajustado con cápsulas de vancomicina, fondo geométrico colorido.

La función renal: el factor más importante

Tus riñones son los encargados de limpiar muchos medicamentos de tu sangre. Si no funcionan bien, esos fármacos se acumulan. La clave está en medir la función renal con precisión. Hay dos ecuaciones principales: CKD-EPI y Cockcroft-Gault.

CKD-EPI es la que usan los laboratorios para diagnosticar enfermedad renal crónica. Te da un número llamado eGFR, en mL/min/1.73m². Se basa en tu creatinina, edad, sexo y raza. Es más exacta para la mayoría de la población. Pero no es la mejor para dosificar medicamentos. Por qué? Porque fue diseñada para clasificar enfermedades, no para calcular cuánto medicamento puedes tolerar.

Cockcroft-Gault, en cambio, calcula la clearance de creatinina (CrCl), en mL/min. Ese número es el que muchos medicamentos usan en sus etiquetas para decirte cuándo reducir la dosis. Por ejemplo: "No administrar si CrCl < 30 mL/min". La FDA revisó 1,200 medicamentos en 2018 y encontró que el 85% de las etiquetas aún usan Cockcroft-Gault para recomendaciones de dosis. Por eso, aunque tu eGFR sea 50, si tu CrCl es 28, es probable que necesites ajustar tu medicación.

Las etapas de enfermedad renal se definen por eGFR:

  • Estadio 1: eGFR ≥90 (daño renal, pero función normal)
  • Estadio 2: eGFR 60-89 (ligera disminución)
  • Estadio 3a: eGFR 45-59
  • Estadio 3b: eGFR 30-44
  • Estadio 4: eGFR 15-29
  • Estadio 5: eGFR <15 (diálisis)

En estadio 3b o peor, más del 60% de los medicamentos comunes necesitan ajuste. Antibióticos, antiinflamatorios, diuréticos, anticoagulantes, medicamentos para la diabetes... todos pueden volverse tóxicos si no se reducen.

Errores comunes y cómo evitarlos

Los errores en la dosificación renal son más frecuentes de lo que crees. Una encuesta de 2022 mostró que el 68% de los farmacéuticos en EE.UU. detectan al menos un error de dosis renal por semana. Los más comunes:

  • Usar eGFR para dosificar, cuando se necesita CrCl
  • No ajustar el peso en pacientes obesos o delgados
  • Ignorar que algunos medicamentos se eliminan por el hígado, no por los riñones
  • Continuar con la misma dosis en pacientes ancianos sin revisar función renal

Un caso real: un paciente de 72 años con eGFR de 28 recibía metformina 1000 mg dos veces al día. La dosis máxima segura en ese rango es 500 mg al día. Lo llevaba así seis meses. Si no se hubiera detectado, podría haber tenido una crisis metabólica. Un farmacéutico lo detectó por casualidad.

La solución no es solo más conocimiento, sino mejores sistemas. En hospitales que integran cálculos automáticos de CrCl en sus sistemas electrónicos, los errores de dosificación bajaron hasta un 53%. Las alertas automáticas que dicen: "Función renal baja. Dosis recomendada: 50%" salvan vidas. Pero no todos los sistemas lo hacen bien. Algunos usan eGFR, otros usan peso real, otros no actualizan los datos de creatinina. La inconsistencia es el enemigo.

App móvil mostrando dosis personalizada para medicamentos, con iconos de riñones y personas diversas en estilo Memphis.

Lo que debes hacer tú

No tienes que ser médico para protegerte. Aquí tienes tres acciones simples:

  1. Pide tu último valor de creatinina y eGFR. Si no lo entiendes, pregunta: "¿Mi función renal está bien?"
  2. Pregunta si tus medicamentos necesitan ajuste por edad, peso o riñones. No asumas que "si me lo recetaron, está bien".
  3. Si tienes más de 65 años, obesidad, diabetes o hipertensión, pide una revisión de medicamentos cada 6 meses.

Algunos medicamentos, como la ibuprofeno o el naproxeno, pueden dañar los riñones con el uso prolongado. Si ya tienes una función renal reducida, ni siquiera deberían estar en tu botiquín. Existen alternativas más seguras, como el paracetamol, aunque también necesita ajuste en casos severos.

La clave es la comunicación. Si tu médico no te pregunta sobre tu peso, tu edad o tus exámenes de riñón, pregúntale tú. No es un detalle menor. Es una cuestión de vida o muerte.

El futuro: dosis personalizadas

La medicina del futuro no será de "una dosis para todos". Ya están probando wearables que miden la función renal en tiempo real. En 2024, el NIH lanzó un proyecto de 50 millones de dólares para desarrollar algoritmos de inteligencia artificial que combinen tu genética, tu peso, tu edad, tu función renal y tu historial de medicamentos para darte una dosis exacta. En cinco años, podrías tener una app que te diga: "Hoy tu dosis de amoxicilina debe ser 750 mg, no 1000, porque tu CrCl bajó 15% en la última semana".

Por ahora, lo que tenemos son ecuaciones, revisiones y buen juicio. Y eso, bien aplicado, salva vidas. No dejes que la dosis sea un juego de azar. Pregúntalo. Revisa. Ajusta. Tu cuerpo te lo agradecerá.

¿Qué ecuación debo usar para calcular la dosis de un medicamento: CKD-EPI o Cockcroft-Gault?

Para dosificar medicamentos, usa la ecuación de Cockcroft-Gault, que calcula la clearnace de creatinina (CrCl) en mL/min. La ecuación CKD-EPI se usa para diagnosticar enfermedad renal crónica y dar un eGFR, pero no es la más precisa para calcular dosis. Muchas etiquetas de medicamentos y guías clínicas aún se basan en CrCl. En pacientes obesos, Cockcroft-Gault con peso ajustado es más confiable. En ancianos, CKD-EPI puede ser más precisa para evaluar la función renal, pero no para dosificar.

¿Si tengo sobrepeso, debo tomar más medicamento?

No necesariamente. En muchos casos, se usa el "peso ideal ajustado" en lugar del peso real. Esto evita sobredosificar. Medicamentos como la vancomicina, algunos antibióticos y quimioterápicos requieren este ajuste. Si tu IMC es mayor a 30, tu cuerpo tiene más tejido graso, que no ayuda a eliminar fármacos. Por eso, el cálculo se basa en tu peso ideal + un porcentaje de tu exceso de peso, no en tu peso total.

¿Puedo seguir tomando ibuprofeno si tengo problemas renales?

No se recomienda. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno y el naproxeno reducen el flujo sanguíneo a los riñones. En personas con función renal baja, pueden empeorarla rápidamente, incluso causar daño agudo. Si tienes enfermedad renal crónica, usa paracetamol para el dolor, siempre bajo supervisión médica. Nunca tomes AINEs de forma prolongada sin revisar tu función renal.

¿Por qué mi médico no me ajusta la dosis si soy mayor?

A veces, por falta de tiempo, desconocimiento o porque asume que otros profesionales ya lo hicieron. Pero no es una excusa. Muchos médicos no revisan la función renal al recetar. Si eres mayor, tienes diabetes, hipertensión o tomas varios medicamentos, insiste en que revisen tu creatinina y eGFR al menos una vez al año. Tu seguridad depende de ello. No te conformes con "está bien, no te pasa nada".

¿Qué medicamentos son más peligrosos si no se ajusta la dosis?

Los más riesgosos son: metformina (diabetes), vancomicina y aminoglucósidos (antibióticos), warfarina y rivaroxabán (anticoagulantes), digoxina (corazón), diuréticos como furosemida, y algunos antiepilépticos como la fenitoína. Estos medicamentos se eliminan principalmente por los riñones. Si tus riñones no funcionan bien, se acumulan y pueden causar intoxicación, arritmias, sangrado, daño neurológico o insuficiencia renal aguda.

1 Comments

  • Image placeholder

    sociedad cultural renovacion

    diciembre 17, 2025 AT 11:59

    Esto es lo que debería enseñarse en el colegio, no solo en medicina. Mi abuela tomaba ibuprofeno todos los días y nadie le revisó los riñones hasta que tuvo una crisis. Ahora usa paracetamol y vive mejor. Por favor, compartan esto con sus familias.

    ¡La salud no es un lujo, es un derecho!

Escribir un comentario