Selector de Antibióticos para Infecciones Graves
Selecciona las características del paciente y la infección:
Cuando el médico necesita un antibiótico de amplio espectro para infecciones graves, la Amikacina suele aparecer entre las opciones. Pero, ¿realmente es la mejor elección o existen alternativas más adecuadas según el caso? Aquí desglosamos los puntos clave para comparar la inyección de Amikacina con otras opciones disponibles en 2025.
- Amikacina: potencia elevada contra bacterias gram‑negativas resistentes.
- Gentamicina y Tobramicina: opciones tradicionales con buen historial.
- Plazomicina: nuevo aminoglucósido que supera algunas resistencias.
- Combinaciones β‑lactámicas (piperacilina/tazobactam, cefepime): amplia cobertura para infecciones mixtas.
- Factores críticos: toxicidad renal, efectos auditivos, coste y disponibilidad.
¿Qué es la Amikacina?
Amikacina es un antibiótico aminoglucósido de segunda generación, desarrollado para superar la resistencia a gentamicina y tobramicina. Actúa inhibiendo la síntesis proteica bacteriana al unirse a la subunidad 30S del ribosoma, provocando errores de lectura y muerte celular. Su espectro incluye la mayoría de gram‑negativas, como Pseudomonas aeruginosa, Enterobacteriaceae productoras de ESBL y algunas cepas de Acinetobacter baumannii.
Alternativas principales
A continuación se presentan las opciones más habituales para sustituir o complementar la Amikacina. Cada una se describe brevemente con su propio microdata.
Gentamicina es un aminoglucósido de primera generación, ampliamente usado en infecciones del tracto urinario y sepsis neonatal. Su perfil de resistencia ha disminuido su efectividad frente a cepas productoras de beta‑lactamasas.
Tobramicina se destaca por su alta actividad contra Pseudomonas aeruginosa, siendo la elección preferida en neumonías hospitalarias cuando se combina con un β‑lactámico.
Plazomicina es el último aminoglucósido aprobado (2021) que supera varias enzimas de modificador de aminoglucósidos, manteniendo eficacia contra aislados de Klebsiella pneumoniae resistentes a carbapenémicos.
Piperacilina/Tazobactam combina un antibiótico de amplio espectro con un inhibidor de beta‑lactamasa, útil para infecciones polimicrobianas y como cobertura empírica en cuidados intensivos.
Cefepime es una cefalosporina de cuarta generación que ofrece buen rendimiento contra gram‑negativos y gram‑positivos, además de cierta actividad frente a Pseudomonas resistente.
Vancomicina se reserva para gram‑positivos, particularmente MRSA, y suele combinarse con aminoglucósidos para cubrir gram‑negativos en infecciones complicadas.
Comparativa clínica
Antibiótico | Clase | Espectro principal | Dosis típica | Toxicidad renal | Toxicidad auditiva | Resistencia frecuente |
---|---|---|---|---|---|---|
Amikacina | Aminoglucósido | Gram‑negativas resistentes | 15mg/kg/día (infusión) | Moderada‑Alta | Alta | Enzimas modificadoras (pocas) |
Gentamicina | Aminoglucósido | Gram‑negativas comunes | 5‑7mg/kg/día | Moderada | Moderada | β‑lactamasas + modificadores |
Tobramicina | Aminoglucósido | Pseudomonas aeruginosa | 5‑7mg/kg/día | Moderada | Moderada | Modificar enzimas |
Plazomicina | Aminoglucósido | Enterobacteriaceae resistentes | 15mg/kg/día | Baja‑Moderada | Baja | Raramente modificadores |
Piperacilina/Tazobactam | β‑lactámico + inhibidor | Polimicrobianas, incl. Pseudomonas | 4.5g cada 6‑8h | Baja | Muy baja | β‑lactamasas |
Cefepime | Cefalosporina de 4ª generación | Gram‑negativas, algunos gram‑positivos | 2g cada 8‑12h | Baja‑Moderada | Muy baja | β‑lactamasas |

Factores para decidir entre Amikacina y sus alternativas
La elección no depende solo del espectro, sino de una serie de variables clínicas:
- Tipo de infección: Sepsis grave por gram‑negativas multirresistentes favorece a Amikacina o Plazomicina; neumonía ventilada prefiere Tobramicina + β‑lactámico.
- Función renal del paciente: En insuficiencia crónica, Plazomicina o Piperacilina/Tazobactam resultan más seguros que Aminoglucósidos clásicos.
- Riesgo de ototoxicidad: Pacientes mayores o con exposición previa a aminoglucósidos deben evitar Amikacina y gentamicina; optar por combinaciones β‑lactámicas.
- Disponibilidad y coste: En hospitales con presupuesto limitado, la gentamicina sigue siendo la opción más barata, mientras que Plazomicina representa un gasto superior.
- Patrones locales de resistencia: Consultar el antibiograma institucional; en áreas con alta prevalencia de enzimas modificadoras, Plazomicina sobresale.
Dosis y administración práctica
Para maximizar la eficacia y minimizar la toxicidad, se recomienda aplicar los siguientes principios de dosificación:
- Monitoreo de niveles séricos: Realizar una muestra pico 30min después de la infusión y ajustar según dosificación basada en objetivos de Cmax/MIC.
- Infusión prolongada: En sepsis grave, la infusión de 30min a 1h de Amikacina reduce picos tóxicos y mantiene la concentración libre adecuada.
- Ajuste renal: Reducción del 25‑50% de la dosis en CKD estadio 3‑4, con re‑evaluación cada 48h.
- Compatibilidad de solución: Amikacina es estable en fisiología y soluciones de dextrosa 5%; evitar mezclas con calcium‑containing solutions para prevenir precipitados.
Efectos adversos y manejo preventivo
Los aminoglucósidos comparten dos toxicidades críticas:
- Neurotoxicidad renal: Aumento del creatinina y disminución del filtrado glomerular. Estrategia: hidratar al paciente, usar dosis basada en peso ideal y monitorizar creatinina cada 24h.
- Ototoxicidad: Pérdida auditiva irreversible, principalmente en rangos de alta frecuencia. Estrategia: pruebas audiométricas antes del tratamiento prolongado y evitar terapias combinadas con furosemida.
En caso de complicaciones, suspender el aminoglucósido y cambiar a una β‑lactámico de amplio espectro o a una fluoroquinolona si la sensibilidad lo permite.
Resumen de mejores usos según perfil del paciente
Consolidando la información, podemos definir tres escenarios típicos:
Escenario clínico | Opción recomendada | Justificación |
---|---|---|
Sepsis por gram‑negativas multirresistentes con función renal preservada | Amikacina (dosis escalonada) | Alto nivel de potencia y baja tasa de resistencia |
Neumonía ventilada en paciente anciano con insuficiencia renal | Tobramicina + Piperacilina/Tazobactam (dosis ajustada) | Combina bactericida con menor riesgo renal |
Infección de piel y tejidos blandos por Enterobacteriaceae productoras de ESBL | Plazomicina | Eficaz contra modificadores de aminoglucósidos |

Preguntas frecuentes
¿La Amikacina se puede usar en niños?
¿La Amikacina es segura en pacientes pediátricos?
Sí, la Amikacina se prescribe en neonatos y niños, pero siempre ajustando la dosis por peso y monitorizando niveles séricos. La vigilancia renal es esencial, ya que los niños son más susceptibles a la nefrotoxicidad.
¿Cuándo elegir Plazomicina en vez de Amikacina?
Plazomicina es la opción preferida cuando el aislado muestra enzimas modificadoras de aminoglucósidos (AAC, APH) que reducen la actividad de Amikacina. También se prefiere en pacientes con riesgo renal alto, pues su toxicidad renal es menor.
¿Qué pruebas de laboratorio son imprescindibles antes de iniciar un aminoglucósido?
Se requiere función renal (creatinina, tasa de filtrado glomerular), pruebas auditivas de base si el tratamiento será prolongado, y un hemocultivo para identificar la sensibilidad del patógeno.
¿Se puede combinar Amikacina con otros antibióticos?
Sí, la combinación con β‑lactámicos (p.ej., Piperacilina/Tazobactam o Cefepime) es habitual en sepsis grave para ampliar el espectro y lograr un efecto sinérgico contra Pseudomonas.
¿Cuál es la duración típica del tratamiento con Amikacina?
Depende del tipo de infección, pero suele ser de 7 a 14días. En infecciones de piel o urinarias leves, 5‑7días pueden ser suficientes si se observa respuesta clínica.
Alfredo Kuck
septiembre 28, 2025 AT 13:42La amikacina sigue siendo una opción de primera línea en sepsis grave por gram‑negativas, pero su uso debe calibrarse estrictamente con vigilancia de farmacocinética.
En hospitales con alta incidencia de enzimas modificadoras, la eficacia se reduce y aparecen alternativas como la plazomicina.
Recuerde siempre ajustar la dosis según la creatinina y medir los picos séricos para evitar toxicidad renal y ototóxica.