Si usas un inhalador para el asma o la EPOC, pero sientes que tu medicación no funciona como debería, lo más probable es que no sea el medicamento el problema. Es tu técnica. Estudios muestran que entre el 70% y el 90% de las personas que usan inhaladores lo hacen mal. Eso significa que, en muchos casos, solo entre el 8% y el 30% del fármaco llega realmente a los pulmones. Con la técnica correcta, esa cifra sube al 40%-60%. No se trata de comprar el dispositivo más caro o moderno. Se trata de hacerlo bien.
Los tres tipos de inhaladores y cómo funcionan
No todos los inhaladores son iguales. Hay tres tipos principales, y cada uno requiere una forma distinta de usarlo.
- Inhaladores de dosis medida (MDI): Son los más comunes. Tienen un recipiente presurizado con el medicamento. Al apretar, liberan un chorro de aerosol. Pero aquí está el problema: debes apretar el inhalador y al mismo tiempo inhalar lentamente durante 3 a 5 segundos. Si lo haces antes o después, el medicamento se queda en la boca o en la garganta. Muchos lo usan como si fuera un spray nasal.
- Inhaladores de polvo seco (DPI): No tienen propulsor. Funcionan con tu propia respiración. Tienes que inhalar fuerte y rápido -entre 60 y 90 litros por minuto- para que el polvo se levante y llegue a los pulmones. Si tu respiración es débil, como en casos avanzados de EPOC, este tipo no funciona bien. Además, no puedes usarlos con espaciadores.
- Inhaladores de niebla suave (SMI): Son los más recientes. Liberan una niebla lenta que dura 1.5 segundos. No necesitas coordinar el apretón con la inhalación, pero sí debes inhalar profundamente y mantenerla. Son útiles para personas mayores o con dificultad para coordinar movimientos.
La marca del inhalador no importa tanto como el tipo. Un ProAir HFA, un Diskus o un Respimat son solo nombres. Lo que importa es si estás usando el tipo correcto para tu capacidad respiratoria.
La técnica correcta para inhaladores de dosis medida (MDI)
Si usas un MDI, sigue estos 7 pasos, uno por uno:
- Quita la tapa y agítalo bien durante 5 segundos. Si no lo agitas, el medicamento se queda en el fondo y no sale bien.
- Sostén el inhalador con la boquilla hacia abajo. No lo apuntes hacia arriba ni hacia los lados.
- Exhala completamente, lejos del inhalador. No exhalas dentro de él.
- Coloca la boquilla entre los labios, sellando bien con los labios. No dejes espacios.
- Presiona el inhalador y, al mismo tiempo, inhala lentamente y profundamente durante 3 a 5 segundos. No es un trago rápido.
- Retén la respiración durante 10 segundos. Esto permite que el medicamento se asiente en los pulmones. Si exhalas antes, pierdes hasta un 30% del efecto.
- Espera 60 segundos entre cada inhalación. Si necesitas más de un pase, no lo hagas seguido.
Una de las peores prácticas es no agitar el inhalador. El 45% de los usuarios lo olvidan. Otra es exhalar dentro del dispositivo antes de inhalar -eso hace que el medicamento se quede en la boquilla.
El espaciador: tu mejor aliado (si usas MDI)
Si usas un MDI, compra un espaciador. Es un tubo de plástico que se conecta entre el inhalador y tu boca. Funciona como un pequeño tanque: cuando presionas el inhalador, el medicamento se queda dentro del espaciador. Luego, inhalas lentamente desde allí. No necesitas coordinar el apretón con la respiración.
Estudios muestran que usar un espaciador aumenta la cantidad de medicina que llega a los pulmones entre un 70% y un 100%. También reduce el riesgo de infecciones bucales causadas por los corticoides. El 78% de los pacientes que usan espaciadores reportan mejor control de sus síntomas.
Importante: no uses espaciadores con inhaladores de polvo seco. El polvo se adhiere a las paredes del espaciador y no llega a los pulmones. Esto reduce la eficacia hasta en un 70%.
Qué hacer con los inhaladores de polvo seco (DPI)
Si tu médico te dio un Diskus, Turbuhaler o Ellipta, la clave está en la fuerza de tu respiración.
- No agites ni muevas el dispositivo antes de usarlo.
- No lo sostengas boca abajo. Mantén la posición horizontal.
- Exhala completamente, lejos del inhalador.
- Coloca la boquilla en la boca y cierra los labios alrededor.
- Inhala con fuerza y rapidez -como si quisieras soplar una vela de lejos.
- Retén la respiración 10 segundos.
- No vuelvas a exhalar por el dispositivo.
Un error común: intentar sacar la cápsula de polvo del interior. El 15% de los usuarios lo hacen, pensando que así se limpian. Pero eso arruina el mecanismo. El polvo está sellado para una sola dosis. Si lo sacas, no podrás usarlo.
Además, muchos pacientes mayores de 65 años no generan suficiente flujo de aire. En esos casos, los DPI pueden ser inútiles. El 62% de los pacientes mayores tienen dificultad para usarlos correctamente, según el Consejo Nacional Australiano de Asma.
Errores que arruinan tu tratamiento
Estos son los errores más frecuentes, y todos ellos hacen que el medicamento no funcione:
- No agitar el MDI antes de usarlo (45% de los usuarios)
- Inhalar demasiado rápido con un MDI (como si fuera un spray)
- No retener la respiración después de inhalar (63% de los pacientes lo hacen mal)
- Exhalar dentro del inhalador antes o después
- No limpiar la boquilla (el polvo seca y obstruye)
- Usar un DPI sin suficiente fuerza respiratoria
- Usar espaciadores con DPIs
- No enjuagarse la boca después de usar corticoides
El último punto es crítico. Si usas un inhalador con corticosteroides (como fluticasona o budesonida), enjuágate la boca con agua y escupe después de cada uso. Esto reduce el riesgo de candidiasis bucal (hongos en la boca) hasta en un 75%. No lo hagas solo por costumbre. Es una medida médica necesaria.
El costo de usar mal tu inhalador
Usar mal tu inhalador no es solo ineficaz. Es peligroso.
Si el medicamento no llega a los pulmones, tu asma o EPOC empeora. Tus síntomas se vuelven más frecuentes. Tienes más crisis. Más visitas a urgencias. Más hospitalizaciones. Un estudio de JAMA Internal Medicine (2023) encontró que los pacientes que reciben entrenamiento regular en técnica de inhaladores tienen un 22% menos de visitas a emergencias.
Además, si no usas bien el inhalador, tu médico puede pensar que el medicamento no funciona. Entonces te receta más, o más fuerte. Y eso aumenta el riesgo de efectos secundarios. Es un círculo vicioso: mala técnica → peores síntomas → más medicina → más efectos secundarios.
Cómo aprender a usarlo bien
No aprendes a usar un inhalador con una sola explicación. Necesitas práctica. Estudios muestran que los pacientes necesitan en promedio 3.2 sesiones con un profesional para dominar la técnica.
¿Qué debes hacer?
- Pide a tu médico o enfermera que te muestre cómo usarlo en cada visita. No te conformes con una explicación inicial.
- Pide que te dejen usar el inhalador delante de ellos. Que observen tu técnica y te corrijan en el momento.
- Usa videos de fuentes confiables: American Lung Association, Global Initiative for Asthma (GINA), o la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias. Busca videos de menos de 2 minutos.
- Si tienes dudas, no adivines. Pregunta. Vuelve a pedir una demostración.
En países como el Reino Unido, hay programas nacionales donde enfermeras capacitadas enseñan técnica en farmacias y centros de salud. Allí, el 75% de los pacientes usan bien sus inhaladores. En España y otros países sin programas estructurados, la cifra cae al 45%.
Qué hacer con tu inhalador en el día a día
- Almacénalo a temperatura ambiente: Entre 20°C y 25°C. Si lo dejas en el coche en verano, la medicina pierde hasta un 20% de eficacia.
- Limpia la boquilla semanalmente: Retira la tapa, enjuaga con agua tibia, déjala secar al aire. No la seques con pañuelos ni toallas.
- No uses el inhalador si está mojado o con polvo acumulado. Eso obstruye la salida del medicamento.
- Verifica la fecha de caducidad. Aunque el envase parezca nuevo, el medicamento pierde potencia después de 3 a 6 meses de abierto.
- No guardes cápsulas de DPI en el refrigerador. La humedad las arruina.
¿Qué hay de nuevo?
En 2021, la FDA aprobó el primer inhalador inteligente: un sensor que se acopla al dispositivo y registra cuándo y cómo lo usas. Estos dispositivos tienen una precisión del 92% en detectar errores de técnica. Aunque aún no son comunes en España, se espera que para 2025, el 40% de los inhaladores nuevos incluyan tecnología de seguimiento.
Los futuros inhaladores serán "de bucle cerrado": medirán tu flujo respiratorio en tiempo real y ajustarán automáticamente la dosis. Pero eso aún está en pruebas. Por ahora, lo que más cambia tu vida no es la tecnología. Es aprender a usar bien lo que ya tienes.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar mi inhalador sin receta?
No. Los inhaladores con medicamentos como corticosteroides o broncodilatadores de acción prolongada requieren receta médica. Incluso los de rescate, como el salbutamol, deben ser prescritos. Usarlos sin supervisión médica puede ocultar problemas graves o causar efectos secundarios peligrosos, como taquicardia o desequilibrios electrolíticos.
¿Cuánto tiempo dura un inhalador?
Depende de la dosis y la frecuencia de uso. La mayoría de los inhaladores tienen un contador que indica cuántas dosis quedan. Si no tiene contador, anota la fecha de apertura. Los medicamentos pierden eficacia después de 3 a 6 meses, aunque el envase diga lo contrario. Nunca uses un inhalador que haya estado abierto más de un año.
¿Qué hago si no puedo inhalar fuerte con un DPI?
Si tienes EPOC avanzado, ancianos o debilidad muscular, los inhaladores de polvo seco pueden no ser adecuados. Habla con tu médico. Pueden cambiarte a un MDI con espaciador, que no requiere fuerza respiratoria. También existen inhaladores de niebla suave (Respimat) que son más fáciles de usar en estos casos.
¿Puedo usar el mismo inhalador para asma y EPOC?
Sí, pero solo si tu médico lo ha recetado así. Muchos inhaladores contienen combinaciones de medicamentos que sirven para ambas condiciones. Sin embargo, no debes intercambiar inhaladores entre personas, ni usar uno recetado para otra enfermedad. Cada dispositivo está diseñado para una combinación específica de fármacos y dosis.
¿Por qué me duele la garganta después de usar mi inhalador?
Eso suele pasar si el medicamento se queda en la garganta, lo cual ocurre cuando no inhalas correctamente o no te enjuagas la boca. Especialmente con corticosteroides, esto puede causar candidiasis (hongos). Enjuágate siempre con agua y escupe después de cada uso. Si el dolor persiste, consulta a tu médico: puede que necesites un antifúngico o un cambio de técnica.
Próximos pasos
Si usas inhaladores, haz esto hoy:
- Busca tu inhalador y revisa si tienes un espaciador. Si no lo tienes, pídelo en tu farmacia. Es barato y cubierto por la seguridad social en muchos casos.
- Practica la técnica frente a un espejo. Mira si tu respiración es lenta y profunda, no rápida y superficial.
- Enjuágate la boca después de cada uso. No lo olvides.
- En tu próxima cita con tu médico, pídele que observe cómo lo usas. Dile: "Quiero asegurarme de que lo estoy haciendo bien".
- Si llevas más de un inhalador, verifica que no estés confundiendo sus técnicas. Usar dos tipos sin entrenamiento reduce la eficacia hasta en un 50%.
La medicina no falla. Tú la usas mal. Cambia tu técnica, y cambiará tu vida.