Genética y enfermedad de Parkinson: qué genes influyen, riesgo hereditario y pruebas

Genética y enfermedad de Parkinson: qué genes influyen, riesgo hereditario y pruebas
Gaspar Medrano 1 sep 2025 0 Comentarios

La pregunta incómoda, y la más repetida en consulta: “¿Es hereditario el Parkinson?”. La respuesta corta es que, en la mayoría de los casos, no hay un gen “condena”. La larga: los genes sí pesan, a veces mucho, y hoy podemos medir parte de ese peso para tomar decisiones más informadas. Aquí te cuento, sin humo, qué sabemos de la genética del Parkinson hasta 2025, cuándo tiene sentido hacerse pruebas y qué hacer con los resultados.

  • La mayoría de casos de Parkinson no son monogénicos: entre un 5-10% se explican por una única mutación de alto impacto; el resto combina muchos genes de pequeño efecto y ambiente.
  • Genes clave: LRRK2 y GBA1 son los más frecuentes en adultos; PRKN (parkin), PINK1 y DJ-1 pesan en inicios tempranos.
  • Una variante de riesgo no es un diagnóstico: la “penetrancia” es variable (p. ej., LRRK2 G2019S puede no causar síntomas en toda la vida).
  • Pruebas genéticas: mejor con un neurólogo y consejo genético; en España suelen cubrirse en casos justificados (inicio temprano, varios familiares, fenotipo sugerente).
  • ¿Para qué sirven? Afinan el pronóstico, orientan vigilancia, abren puertas a ensayos y a un plan familiar más claro.

Qué sabemos hoy de la genética del Parkinson (sin humo)

Primero, el marco: el Parkinson es un síndrome clínico con causas múltiples. Los estudios en gemelos y familias sitúan la “heredabilidad” global en torno al 20-30%. Eso significa que una parte relevante del riesgo total es genético, pero no lo explica todo. Revisión sólida: Lancet Neurology (2020) describe más de 90 regiones del genoma donde variantes comunes aumentan discretamente el riesgo. Es el típico “suma y sigue”: cada variante empuja un poco.

Luego están las variantes raras de gran efecto. Aquí entran los genes que probablemente ya has oído: LRRK2 (dominante), GBA1 (dominante con penetrancia incompleta; técnicamente no es un gen “de Parkinson” sino de glucocerebrosidasa, pero su disfunción incrementa el riesgo), y el grupo “recesivo de inicio temprano”: PRKN (parkin), PINK1 y DJ-1. En conjunto, explican ese 5-10% de casos “monogénicos”, especialmente si los síntomas empiezan antes de los 50 o hay varios familiares afectados.

Clave práctica: riesgo no es destino. “Penetrancia” es la probabilidad de que una persona con una variante desarrolle la enfermedad. LRRK2 G2019S, la variante patogénica más común en Europa y el norte de África, muestra penetrancias estimadas de 25-50% a los 80 años según cohortes (JAMA Neurology 2022). En GBA1, depende de la variante: algunas elevan el riesgo 2-5 veces, con penetrancias del 10-30% en la vejez (Brain 2020). Dicho de otro modo: muchas personas portadoras nunca desarrollan Parkinson.

¿Y el ambiente? Influye: exposición a pesticidas, traumatismos craneales, ciertos disolventes, déficit de vitamina D, trastorno de conducta del sueño REM, entre otros. El estilo de vida también modula el riesgo y la progresión: actividad física regular, dieta tipo mediterránea y buen sueño se asocian con mejores trayectorias. No “curan”, pero inclinan la balanza en la dirección correcta.

Para orientarse rápido, aquí va una tabla con los genes mejor establecidos, su herencia, penetrancia aproximada y notas clínicas. Son rangos orientativos; la cifra concreta para una familia específica requiere valorar edad, antecedentes y variante exacta.

Gen Herencia típica Penetrancia aprox. Edad de inicio (habitual) Rasgos clínicos Frecuencia en España (aprox.)
LRRK2 (G2019S y otras) Dominante, incompleta 25-50% a los 80 50-70 años Fenotipo “clásico”; respuesta a levodopa; algo más de trastornos no motores ∼3-5% de casos; más en algunas áreas del norte y en personas con raíces norteafricanas
GBA1 (varias) Dominante, incompleta 10-30% a los 80; riesgo 2-5× 50-70 años (ligeramente más temprano) Mayor probabilidad de síntomas cognitivos y autonómicos ∼5-10% de pacientes llevan alguna variante
PRKN (parkin) Recesiva (bialélica) Alta si dos variantes patogénicas <40 años (muy temprano) Disquinesias precoces; curso lento; poca afectación cognitiva Poco frecuente; más en inicio juvenil
PINK1 Recesiva Alta si bialélica <40-50 años Parecido a PRKN; a veces parkinsonismo sensible a levodopa Rara
DJ-1 (PARK7) Recesiva Alta si bialélica <40-50 años Muy infrecuente; inicio temprano Muy rara
VPS35 Dominante Desconocida; probablemente incompleta 50-60 años Fenotipo típico; rara Muy rara

¿Es lo mismo tener “antecedentes familiares” que tener un gen determinante? No. Aproximadamente 10-15% de pacientes reportan algún familiar con Parkinson, pero solo una parte tendrá una variante de alto impacto identificable. También existe el riesgo poligénico: sumar muchas variantes de efecto pequeño. En investigación ya se calculan “puntuaciones poligénicas de riesgo”, pero hoy no se recomiendan para uso clínico rutinario porque su poder predictivo todavía no permite decisiones individuales robustas (IPDGC, 2019-2023).

Ideas fuerza para el bolsillo:

  • Un test “positivo” no equivale a “voy a desarrollar Parkinson”.
  • Un test “negativo” no elimina el riesgo: aún queda el componente poligénico y ambiental.
  • La edad importa: penetrancia y riesgo acumulado crecen con las décadas.
  • Lo útil del test es orientar vigilancia, decisiones familiares y acceso a ensayos.

¿Me hago una prueba genética? Cuándo, cómo y dónde en España

La decisión no va de curiosidad, va de utilidad clínica. Como regla de pulgar, plantéatelo si encajas en alguno de estos supuestos:

  • Inicio temprano (<50 años), o juvenil (<40).
  • Dos o más familiares con Parkinson o parkinsonismo (en cualquier generación).
  • Fenotipo sugerente (inicio muy asimétrico con gran respuesta a levodopa y disquinesias precoces en un joven, por ejemplo, apunta a PRKN).
  • Origen familiar con variantes frecuentes conocidas (p. ej., LRRK2 G2019S es relativamente más común en ciertos linajes del norte peninsular y del norte de África).
  • Tienes un familiar con una variante patogénica confirmada y quieres saber si la compartes.

Ruta práctica en España:

  1. Habla con tu neurólogo/a. Si hay indicios, te derivará a una unidad de consejo genético o pedirá un panel de genes relacionado con Parkinson.
  2. Sesión de pre-test. Te explican qué se busca, posibles resultados (patogénico, probablemente patogénico, variante de significado incierto, negativo) y cómo podrían afectarte.
  3. Consentimiento y muestra. Sangre o saliva. Te informan sobre privacidad (RGPD), almacenamiento de la muestra y quién puede acceder al informe.
  4. Resultados y post-test. Se interpretan en el contexto de tu historia clínica y la de tu familia. Si procede, se ofrece estudio en cascada a familiares.

Costes y cobertura (estimaciones 2025): en el Sistema Nacional de Salud, la prueba suele cubrirse cuando hay criterios clínicos (inicio temprano, múltiples familiares, fenotipo compatible). En la privada, un panel de genes de Parkinson puede costar 200-800€; un exoma clínico, 700-1.500€. Evita pruebas directas al consumidor que no incluyan validación clínica y asesoramiento: tienden a omitir variantes relevantes y a sobrerreportar hallazgos dudosos.

Cómo elegir la prueba:

  • Si hay un diagnóstico genético en la familia, pide el estudio “dirigido” a esa variante concreta.
  • Si no hay sospecha clara pero sí indicios, un panel de genes de parkinsonismo es la primera opción.
  • Si el inicio es muy temprano o el panel sale negativo con fuerte sospecha, un exoma clínico puede tener sentido.

Preguntas útiles para el laboratorio/unidad de genética:

  • ¿Cómo informaréis las variantes de significado incierto (VUS)? ¿Revisáis su clasificación con el tiempo?
  • Si aparece un hallazgo incidental (no relacionado), ¿lo reportáis? ¿Puedo elegir que no?
  • ¿Quién verá mis datos genéticos? ¿Durante cuánto tiempo se conservan?
  • Si encontráis algo en mí, ¿podéis testear a mis familiares? ¿En qué condiciones?

Errores a evitar:

  • Hacerte un test “por curiosidad” sin pensar qué harás con cada posible resultado.
  • Interpretar una VUS como patogénica. Por definición, no lo es hasta nueva evidencia.
  • Asumir riesgo “cero” tras un resultado negativo. No lo es.
  • Tomar decisiones de seguro o laborales en base a informes no clínicos. Consulta primero.
Si hay una variante en la familia: qué cambia en la clínica, el tratamiento y el día a día

Si hay una variante en la familia: qué cambia en la clínica, el tratamiento y el día a día

Un resultado genético no te dice “cuándo”, pero puede afinar el “qué vigilar” y “en qué ensayos encajas”. Algunos ejemplos prácticos:

  • LRRK2: fenotipo motor muy parecido al Parkinson esporádico, buena respuesta a levodopa. Ensayos 2025 con inhibidores de LRRK2 (p. ej., BIIB122) buscan frenar la cascada patológica. También hay interés en biomarcadores (actividad quinasa, lisosomal) que podrían personalizar el seguimiento.
  • GBA1: mayor probabilidad de síntomas no motores (disautonomía, cognición). Ensayos con chaperonas farmacológicas como ambroxol y moduladores lisosomales en marcha. En consulta, se suele prestar atención proactiva a sueño, ánimo y cognición.
  • PRKN/PINK1: debut temprano, curso motor más prolongado, poca afectación cognitiva. La fisioterapia y el ajuste fino de levodopa marcan la diferencia; en jóvenes, valorar estrategias para minimizar disquinesias a largo plazo.

Vigilancia y hábitos que suman (no curan, pero ayudan):

  • Ejercicio estructurado: 150-300 minutos/semana de moderado-vigoroso, con fuerza 2-3 días y algo de alta intensidad si puedes. El ejercicio es el “fármaco” con mejor relación beneficio-riesgo en progresión.
  • Sueño y REM: si hay conductas de sueño REM (golpes, gritos), consulta; es marcador de riesgo y tratable.
  • Dieta mediterránea, fibra y microbiota: apuntan a mejor evolución motora y no motora.
  • Evitar neurotóxicos: pesticidas, disolventes; usa protección y limita exposición laboral si procede.
  • Vitamina D, visión y oído: corrige déficits que empeoran balance y caídas.

Cómo aterrizar el resultado en decisiones familiares:

  • Estudio en cascada: testear a hermanos/hijos adultos si lo desean, tras consejo genético. Nadie “debe” hacerse el test; decide cada cual.
  • Planificación reproductiva: si hay una variante con herencia dominante y penetrancia alta o una recesiva con riesgo de pareja, se puede valorar diagnóstico genético preimplantacional (DGP). Es un proceso reglado; consúltalo con reproducción asistida y genética.
  • Privacidad: en la UE, el RGPD te da derecho a acceder, limitar y suprimir datos personales; pide por escrito cómo el laboratorio protege y pseudonimiza tu información.

Sobre fármacos “a evitar” por genética: de momento no hay listas universales por gen para Parkinson como sí existen en farmacogenómica oncológica. Sí hay señales de que ciertos perfiles (p. ej., GBA1) pueden tolerar peor algunos anticolinérgicos; esto se decide persona a persona. Tu neurólogo es quien mejor calibrará riesgos y beneficios.

¿Y si no tengo Parkinson pero soy portador? A grandes rasgos: mantén revisiones periódicas (cada 1-2 años en unidades de investigación o consultas de alto riesgo si existen en tu área), apuesta fuerte por ejercicio y sueño, y valora participar en estudios de prevención. No hay una pastilla preventiva probada; hay hábitos que desplazan la trayectoria.

FAQ clave y próximos pasos

¿El Parkinson “se hereda”? Solo una minoría de casos se explica por una mutación de alto impacto. Sí hay familias donde el riesgo está concentrado, pero la mayoría de personas con Parkinson no transmiten un gen determinante a su descendencia.

¿Mis hijos “lo tendrán”? No. Incluso con una variante dominante, la penetrancia suele ser incompleta. Lo prudente es ofrecerles consejo genético de adultos y que decidan informadamente si testearse.

¿Sirven las puntuaciones poligénicas? En 2025, son herramienta de investigación. No se recomiendan para decidir pruebas, tratamientos o seguros de manera individual.

¿Los tests directos al consumidor valen? Para Parkinson, no. Suelen analizar pocas variantes, sin validar en laboratorios clínicos ni ofrecer interpretación adecuada. Si traes un resultado así a consulta, lo habitual es repetirlo en un laboratorio acreditado.

¿Puedo mejorar mis opciones si soy portador? Sí en hábitos (ejercicio, sueño, dieta) y en vigilancia precoz de síntomas. Además, estar informado te abre a ensayos preventivos o terapias dirigidas por genotipo cuando existan.

¿Afecta a mis seguros o trabajo? La salud es confidencial y tus datos genéticos están protegidos por el RGPD. Las situaciones varían según pólizas; antes de compartir informes con aseguradoras, consulta con consejo genético. En el trabajo, la información sanitaria es privada.

¿Dónde busco ensayos en España? Habla primero con tu neurólogo. Además, consulta el Registro Español de Ensayos Clínicos (REEC) y los listados de la Sociedad Española de Neurología y hospitales de referencia en trastornos del movimiento.

Próximos pasos según tu caso:

  • Tengo Parkinson y comencé joven: pide a tu neurólogo valorar un panel genético y consejo. Lleva a la cita un árbol familiar simple (quién, qué diagnóstico, a qué edad).
  • Tengo varios familiares afectados: pide derivación a genética clínica. A veces es mejor empezar por el familiar con más probabilidad de resultado (el más joven o con fenotipo más claro).
  • Soy portador conocido y estoy asintomático: acuerda un plan de seguimiento ligero (revisión anual o bianual), hábitos pro-activos y, si te interesa, información sobre ensayos por genotipo.
  • Mi test salió “VUS”: no tomes decisiones en base a ello. Pide una reevaluación a los 12-24 meses; la evidencia cambia con el tiempo.
  • Test negativo pero alta sospecha: revalora con exoma o panel ampliado; también pregunta por causas no genéticas y biomarcadores (p. ej., sueño REM, olfato).

Heurísticas rápidas que ayudan en consulta:

  • Inicio <40 y gran sensibilidad a levodopa con disquinesias tempranas: piensa en PRKN/PINK1.
  • Historia familiar dominante con inicio 50-70: considera LRRK2.
  • Parkinson con progresión algo más rápida de síntomas no motores: explora GBA1.
  • Si el panel es negativo y la clínica convencente, revisa CNVs (deleciones/duplicaciones) en PRKN.

Contexto y fuentes que dan confianza: revisiones amplias en Lancet Neurology (2020) y Nature Reviews Neurology (2021) sintetizan la evidencia sobre genes mayores y riesgo poligénico. Para penetrancia de LRRK2, JAMA Neurology (2022) ofrece estimaciones por edad. Para GBA1, Brain (2020) resume el gradiente de riesgo por tipo de variante. Las recomendaciones prácticas de testado suelen alinearse con las de la Movement Disorder Society y las unidades de genética clínica europeas; en España, muchas unidades siguen criterios similares a los descritos arriba.

Si tuviera que dejarte una hoja de ruta: habla con tu neurólogo, valora si el resultado cambiará algo concreto (vigilancia, ensayo, decisión familiar), asegúrate de entender la penetrancia y pide siempre consejo genético antes y después del test. La genética no dicta tu futuro, pero sí te da palancas para tomar mejores decisiones hoy.