Comparador de Medicamentos para Hiperprolactinemia
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Cuando se trata de controlar niveles elevados de prolactina, Parlodel es el nombre comercial de bromocriptina, un agonista dopaminérgico que reduce la secreción de prolactina. Este fármaco se usa sobre todo en prolactinomas, trastornos menstruales y ciertos casos de diabetes tipo 2. En esta guía descubrirás por qué Parlodel sigue siendo una opción relevante y cómo se sitúa frente a sus rivales más habituales.
Resumen rápido
- Parlodel actúa reduciendo la prolactina, pero puede causar náuseas y presión arterial baixa.
- Cabergolina ofrece mayor adherencia por su posología semanal y menos efectos gastrointestinales.
- Quinagolida es una alternativa de acción más corta, útil en ajustes de dosis rápidos.
- Lisurida y Octreotida se reservan para casos donde otros agonistas fallan o hay intolerancia.
- La elección depende de la severidad del tumor, comorbilidades y preferencia de dosificación.
¿Qué es Parlodel y para qué se utiliza?
Parlodel (bromocriptina) pertenece al grupo de los agonistas dopaminérgicos. Su principal mecanismo es estimular los receptores D2 de dopamina en la hipófisis, lo que inhibe la liberación de prolactina. Las indicaciones más comunes incluyen:
- Tratamiento de prolactinomas (tumores hipofisarios productores de prolactina).
- Control de la lactancia anómala y disfunciones menstruales.
- Apoyo en el manejo de la diabetes tipo 2, al mejorar la sensibilidad a la insulina.
- En algunos protocolos para la enfermedad de Parkinson, aunque no es su uso principal.
La dosis típica inicia con 2.5mg al día y puede escalar hasta 15mg, según la respuesta clínica y la tolerancia.
Alternativas más frecuentes
Aunque Parlodel es eficaz, existen otros fármacos que comparten la acción dopaminérgica pero presentan perfiles distintos. A continuación, los presentamos:
Cabergolina
Cabergolina es un agonista dopaminérgico de larga duración, administrado habitualmente 0.5‑1mg una o dos veces por semana. Su ventaja principal es la menor frecuencia de toma y una incidencia reducida de náuseas y vértigo. Los estudios de 2023 mostraron una tasa de normalización de prolactina del 85% en pacientes con prolactinoma, superior a la de bromocriptina.
Quinagolida
Quinagolida es un agonista de acción corta, disponible en comprimidos de 50µg a 200µg, tomado una o dos veces al día. Su rapidez de inicio la hace útil cuando se necesita ajustar la dosis rápidamente, aunque la necesidad de tomas múltiples puede afectar la adherencia.
Lisurida
Lisurida comparte la estructura química de la levodopa, actuando como agonista dopaminérgico oral. Se emplea principalmente cuando bromocriptina y cabergolina generan intolerancia gastrointestinal. La evidencia de 2022 indica una normalización de prolactina en torno al 70%.
Octreotida
Octreotida es un análogo de la somatostatina que inhibe la secreción de varias hormonas, incluida la prolactina. Su administración es subcutánea o intravenosa, lo que la reserva para situaciones de urgencia o tumores resistentes a los agonistas dopaminérgicos.

Comparativa de características clave
Medicamento | Dosis típica | Vida media | Indicaciones principales | Efectos secundarios frecuentes |
---|---|---|---|---|
Parlodel (bromocriptina) | 2.5‑15mg/día | 12h | Prolactinoma, diabetes tipo 2 | Náuseas, hipotensión, mareos |
Cabergolina | 0.5‑1mg/semana | 65‑80h | Prolactinoma, hiperprolactinemia | Vértigo, edema periférico |
Quinagolida | 50‑200µg 1‑2veces/día | 4‑6h | Ajuste rápido de prolactina | Dolor abdominal, cefalea |
Lisurida | 250‑750mg/día | 8‑10h | Prolactinoma, intolerancia a bromocriptina | Somnolencia, náuseas leves |
Octreotida | 50‑100µg SC/IV 3‑4veces/día | 1‑2h | Tumores resistentes, crisis endocrinas | Hipoglucemia, dispepsia |
¿Cómo elegir la mejor opción para ti?
La decisión no se reduce solo a la eficacia. Ten en cuenta estos factores:
- Frecuencia de toma: Si prefieres una pastilla semanal, la cabergolina gana puntos.
- Perfil de efectos secundarios: Pacientes con antecedentes de hipotensión pueden evitar la bromocriptina.
- Comorbilidades: En diabéticos, la bromocriptina tiene un beneficio extra sobre la glucosa, mientras que la octreotida puede interferir con la regulación de insulina.
- Costo y disponibilidad: En España, Parlodel y Cabergolina están cubiertos por la mayoría de seguros, mientras que la octreotida suele requerir autorización especial.
- Respuesta del tumor: En prolactinomas macro, algunos especialistas prefieren iniciar con cabergolina por su mayor potencia y menor riesgo de rebote.
Siempre discute con tu endocrinólogo, quien valorará análisis de sangre, resonancia magnética y tu estilo de vida para personalizar el tratamiento.
Preguntas frecuentes
¿Puedo cambiar de Parlodel a cabergolina si tengo náuseas?
Sí, muchos pacientes que experimentan náuseas con bromocriptina pasan a cabergolina sin problemas. La transición suele hacerse reduciendo gradualmente la dosis de Parlodel y luego iniciando cabergolina con una dosis baja.
¿Qué alternativa es más segura durante el embarazo?
La cabergolina tiene mayor evidencia de seguridad en el embarazo que la bromocriptina, aunque ambos se consideran de categoría B. Siempre consulta a tu obstetra antes de iniciar o cambiar tratamiento.
¿Cuánto tiempo se necesita para normalizar la prolactina?
Con Parlodel, la normalización puede tardar entre 4 y 12 semanas; con cabergolina, los estudios indican una reducción significativa en 2‑4 semanas.
¿Existen interacciones graves con otros medicamentos?
Ambos agonistas dopaminérgicos pueden potenciar los efectos de antihipertensivos y antipsicóticos. La quinagolida, por su vida media corta, tiene menores interacciones, pero siempre revisa tu lista de medicación.
¿Cuándo se recurre a la octreotida?
Se reserva para tumores resistentes a los agonistas dopaminérgicos o cuando la prolactina sube de forma aguda y peligrosa. Su administración intravenosa permite un control rápido, pero requiere supervisión hospitalaria.
Conclusión práctica
No hay una solución única. Parlodel sigue siendo una herramienta valiosa, sobre todo si buscas un efecto adicional sobre la glucosa. Sin embargo, si la comodidad de la toma o la tolerancia gastrointestinal son prioritarias, la cabergolina suele ser la mejor alternativa. Evalúa tus prioridades, revisa los efectos secundarios y conversa con tu médico para decidir.
Camilo Bulls
septiembre 30, 2025 AT 20:20La bromocriptina, comercializada bajo el nombre de Parlodel, actúa como un agonista dopaminérgico de medio alcance, lo que implica una modulación directa de los receptores D2 en la adenohipófisis.
Desde el punto de vista farmacocinético, su vida media de aproximadamente 12 horas sugiere una dosificación diaria que, si bien es manejable, obliga a una adherencia estricta por parte del paciente.
En términos de farmacodinamia, la inhibición de la secreción de prolactina se traduce en una reducción medible de los niveles séricos en un 70‑85 % de los casos de prolactinomas microsecretantes.
Sin embargo, el perfil de seguridad no es trivial: los eventos adversos gastrointestinales, como náuseas y vómitos, aparecen en casi la mitad de los individuos tratados.
Adicionalmente, la hipotensión ortostática es una complicación potencial que requiere monitorización de la presión arterial al iniciar la terapia.
Desde una perspectiva económica, Parlodel sigue siendo accesible en la mayoría de los sistemas de salud pública en España, aunque las variaciones regionales pueden afectar su reembolso.
Comparado con la cabergolina, que posee una vida media de 65‑80 horas y una dosificación semanal, la bromocriptina parece menos conveniente para pacientes con horarios complicados.
No obstante, la bromocriptina tiene la ventaja de ofrecer un beneficio adicional en la sensibilidad a la insulina, lo cual es relevante en pacientes con comorbilidad diabética tipo 2.
Los estudios de la última década indican que la normalización de la prolactina con bromocriptina puede tardar entre 4 y 12 semanas, mientras que la cabergolina logra resultados en 2‑4 semanas en la mayoría de los ensayos.
En pacientes que presentan intolerancia gastrointestinal, la sustitución a cabergolina se ha documentado como una estrategia segura, siempre y cuando la transición sea gradual para evitar fenómenos de rebote.
Otro punto a considerar es la interacción con antihipertensivos, pues la bromocriptina puede potenciar sus efectos, incrementando el riesgo de hipotensión severa.
En el caso de la quinagolida, su vida media de 4‑6 horas permite ajustes rápidos, pero la frecuencia de administración (1‑2 veces al día) afecta la adherencia.
Lisurida, con una vida media de 8‑10 horas y una dosificación de 250‑750 mg/día, se reserva para casos de intolerancia a los agonistas dopaminérgicos clásicos.
Octreotida, como análogo de somatostatina, se emplea en situaciones de resistencia o crisis endocrinas, pero su administración subcutánea o intravenosa y su corta vida media limitan su uso a entornos hospitalarios.
En conclusión, la elección entre Parlodel y sus alternativas debe basarse en un algoritmo que incluya la frecuencia de toma, el perfil de efectos adversos, la presencia de comorbilidades y la disponibilidad del fármaco en el sistema sanitario.
Víctor Solbes
octubre 4, 2025 AT 07:40Si analizamos la ética del tratamiento, la prioridad debe ser la autonomía del paciente, pero también la eficacia clínica.
El discurso farmacológico a menudo ignora el costo psicológico de una tabla de dosis diaria.
Por eso, la cabergolina, con su esquema semanal, parece alinearse mejor con la libertad individual.
Sin embargo, no podemos descuidar la evidencia que respalda la bromocriptina en la mejora de la glucemia.
El dilema es, pues, un equilibrio entre conveniencia y beneficio metabólico.
Los médicos deben ponderar la existencia de hipotensión como riesgo adicional al iniciar Parlodel.
En última instancia, la decisión recae en la conversación informada entre el profesional y el paciente.
Dagoberto Hernandez
octubre 7, 2025 AT 19:00Ah, la eterna búsqueda del santo grial farmacéutico: ¿bromocriptina o cabergolina?
Mientras algunos se aferran a la tradición, otros se lanzan a la moda de una píldora semanal.
Es curioso que la ciencia moderna siga vendiendo promesas en forma de comprimidos.
Si uno pudiera filosofar sobre el nivel de dopamina, tal vez descubriera que la verdadera revolución está en la dieta.
Así que, entre tanto ensayo clínico, recuerda: la vida no se mide en nanogramos de agonista.
Mas Diaz
octubre 11, 2025 AT 06:20¡Dale caña a la cabergolina si quieres menos pastillas y más tiempo libre!
Iván Thays
octubre 14, 2025 AT 17:40¡Vaya drama con las náuseas de la bromocriptina!
Uno espera que un fármaco para el prolactinoma sea tan suave como una canción de amor, pero termina como una montaña rusa de vómitos.
Y no hablemos del golpe de presión que te deja en la mañana, como si te hubieran tomado el sueño.
La realidad es que la industria glamoriza estos compuestos mientras los pacientes sufrimos la tormenta.
Patricia Carrero
octubre 18, 2025 AT 05:00Me surge la duda de cómo influyen los diferentes agonistas en la calidad de vida diaria.
¿Alguien ha notado cambios en su energía o estado de ánimo al cambiar de bromocriptina a cabergolina?
Sería genial compartir experiencias para entender mejor el impacto más allá de los valores de laboratorio.
¡Gracias por cualquier aportación!
Selena Gomez
octubre 21, 2025 AT 16:20Oye, no sé por qué a algunos les gusta tanto la bromocriptina, ¡es como tomar un freno de luz en la vida!
Si no soportas las náuseas, es tu culpa por no leer las advertencias.
La gente se queja y sigue con la receta, ¡qué moral tan baja!